20/9/07

Diez años sin Sarrià


20 de septiembre de 1997. Apenas pasaban tres minutos de las cinco de la tarde cuando Sarrià fue demolido y pasó a convertirse en polvo y cenizas. Era el fin de un ciclo provocado por la mala gestión económica de las sucesivas directivas y la grave deuda que arrastraba el club. No había otroa: se tenía que vender para pagar y salvar la situación. Nuestra casa a cambio de tener un futuro.

Después de 74 años de partidos, de emociones, de sensaciones, de alegrías, de lágrimas, el viejo Sarrià dijo adiós. También desapareció La Chatarra, el campo anexo lleno siempre de aficionados para ver los entrenamientos de sus ídolos. El estadio de la Avenida de Sarrià perdura en la memoria de todos los pericos. Ese ambiente mágico, los olores e incluso el calor que se vivía en los partidos son aspectos inolvidables.

Ahora, la zona que durante tantos años ocupó el estadio es un solar de pisos de lujo que pocos se pueden permitir. Diez años después, el Espanyol está a un paso de inaugurar su nuevo estadio en Cornellà-El Prat y dispone, también, de una ciudad deportiva. Vender Sarrià fue una decisión dura, pero parece que fue la acertada porque nuestro está garantizado.

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